El Banco Popular de China anunció un amplio paquete de medidas de estímulos para intentar reactivar la demanda interna, apoyar el mercado inmobiliario e impulsar el mercado de valores. Las medidas incluyen el recorte de 50 puntos base (pb) en la tasa promedio de créditos hipotecarios ya existentes, la baja del pie para la compra de vivienda a 15%, la flexibilización de las normas para la compra de segundas viviendas y la cobertura del 100% de préstamos para gobiernos locales que compren viviendas en stock con financiamiento barato. A su vez incluyó la inyección de US$142.000 millones en el sistema bancario a través de la reducción en 50 pb del ratio de reservas requeridas y el recorte de la tasa de financiamiento bancario a siete días. También se abrió una línea de financiamiento por US$113.000 millones para que agentes estatales compren acciones locales y se estudiará la creación de un fondo de estabilización de mercado.
La noticia fue bien recibida por los mercados, los índices accionarios tanto de China como Hong Kong subieron alrededor de 4% luego del anuncio. A su vez, el precio del cobre y del petróleo tuvieron un alza cercana a 2,5%. No obstante, existen dudas si este paquete de estímulos será suficiente puesto que la economía todavía enfrenta problemas estructurales que generan incertidumbre y podrían limitar el consumo de los hogares.
En su esperada reunión de septiembre, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió recortar su tasa de política monetaria en 50 pb, dejándola en un rango de 4,75% – 5%. Los días previos a la reunión, el mercado estaba dividido entre una baja de 25 pb o 50, en donde la mayor parte del tiempo predominó la primera alternativa, aunque desde finales de la semana previa la segunda opción comenzó a primar. El comunicado señala que esta decisión muestra que el Comité ha ganado mayor confianza en que la inflación convergerá a la meta de 2%, aunque reafirma que futuros movimientos de la tasa dependerán de la evolución de las cifras económicas y del balance de riesgos. Cabe destacar que la decisión no fue unánime, ya que uno de sus miembros votó por un recorte de 25 pb.
Por su parte, la mediana de los miembros del Comité estima que la tasa de política monetaria cerrará el año en 4,4%, bastante por debajo de la estimación de junio, que la situaba en 5,1%. Esto indica la posibilidad de dos recortes adicionales de 25 pb cada uno en lo que queda del año. Para el 2025, la mediana se ubica en 3,4%, por debajo del 4,1% esperado en junio. Respecto de la tasa de largo plazo, ésta es ligeramente más elevada que en junio, situándose en 2,9%, la cual sería alcanzada en el 2026. En cuanto a las expectativas del mercado, estas son más agresivas con los recortes que lo que señalan las autoridades. De acuerdo con las probabilidades que se observan en los activos, éstas apuntan a que el nivel de 2,9% se alcanzaría en septiembre de 2025.
En cuanto al crecimiento del PIB, los miembros del Comité esperan que este año se ubique en 2%, ligeramente por debajo del 2,1% proyectado en junio, mientras que la tasa de desempleo terminaría este año en 4,4%, por encima del 4,0% estimado en junio. Esto sugiere que, aunque la economía seguiría creciendo, habría señales de un enfriamiento en el mercado laboral. En cuanto a las proyecciones de inflación, la variación de precios medida por el PCE cerraría este año en 2,3%, y en 2,1% en 2025, ambas cifras recortadas respecto de las estimaciones de junio que mostraban 2,6% y 2,3% respectivamente. Esto sugeriría que la Fed está viendo una convergencia gradual de la inflación hacia su objetivo del 2%, lo que le ha permitido tener margen para realizar recortes de tasas sin temer un repunte significativo de los precios.
En los días posteriores a la reunión, el mercado ha seguido analizando si se justifica o no comenzar con un recorte de 50 pb. Por un lado, las cifras recientes de la economía no parecerían indicar la necesidad de un inicio de recortes tan decidido. Por otro lado, el presidente de la Fed, Jerome Powell, ha sido especialmente enfático al señalar que la economía sigue dando señales de fortaleza. De este modo, pareciera que la convergencia de la inflación hacia la meta ha dado a la Fed el espacio suficiente como para hacer un recorte de una magnitud mayor con un carácter quizás más preventivo, intentando asegurar el aterrizaje suave de la economía. En relación con lo anterior, las cifras de actividad que vayamos conociendo en las próximas semanas siguen siendo claves. Al margen del debate que ha originado la decisión, ésta pareciera ser una buena noticia para los mercados, los cuales han reaccionado de manera bastante positiva, sobre todo el día después de producirse la reunión.
El jueves 12 de septiembre el Banco Central Europeo (BCE) recortó por segunda vez en el año su tasa de referencia. En un movimiento que se encontraba bastante anticipado por el mercado, el BCE bajó a la tasa de facilidad de depósito desde 3,75% a 3,5%. El mercado espera que ocurran 1 o 2 recortes adicionales durante este año, de 25 puntos cada uno. Por su parte, el Banco Central de Brasil en su reunión del 18 de septiembre optó por aumentar su tasa en 25 pb, situándola en 10,75%. Esta decisión se da en el marco de una economía más fuerte de lo esperado y que ha estado acompañada del surgimiento de ciertas presiones inflacionarias. Según las expectativas del mercado, la tasa de referencia Selic podría terminar este año en 11,25%, es decir, 50 puntos por encima del nivel actual, indicando la posibilidad de alzas adicionales de 25 pb en las dos reuniones que quedan en el año, las cuales están agendadas para noviembre y diciembre. Por último, en su reunión del 20 de septiembre el Banco Central de Japón decidió mantener su tasa de política monetaria en 0,25%, luego de haberla subido en la reunión previa desde 0,10%.
Esta semana, el foco de atención volverá a ser Estados Unidos, donde el jueves se publicará la revisión final del crecimiento del PIB del segundo trimestre, junto con una actualización de los datos anuales, esto incluye una revisión de cinco años de las estadísticas nacionales y de la industria. A su vez, el viernes, tendremos el dato del Índice de Precios del Gasto en Consumo Personal PCE correspondiente al mes de agosto, medida predilecta de la Reserva Federal para seguir la evolución de precios. En cuanto a nuestro país, el miércoles se publicará una nueva versión de la Encuesta de Operadores Financieros (EOF), la cual recogerá los ajustes que hizo el mercado en sus proyecciones luego de la última reunión de Política Monetaria que se llevó a cabo del 3 de septiembre.