La semana pasada estuvo marcada por las elecciones en Estados Unidos, en las cuales se eligió al presidente, se renovó parte del Senado y toda la Cámara de Representantes. Contrario a lo anticipado, Donald Trump logró una clara victoria, superando a Kamala Harris tanto en número de votos electorales como en voto popular, cosa que no había ocurrido en su primer gobierno. Por otro lado, los republicanos lograron la mayoría en el Senado. En cuanto a la Cámara de Representantes, si bien el partido Republicado lleva una significativa ventaja, el conteo de votos aún sigue en proceso, por lo que no hay una confirmación definitiva sobre quien tendría finalmente el control.
La reacción de los mercados no se hizo esperar. Si bien los precios ya estaban reaccionando ante la expectativa de que Trump ganara las elecciones, gran parte de la reacción en el día en que se conocieron los resultados y posteriores se debe a la sorpresa por el rotundo triunfo alcanzado y la mayoría obtenida por los republicanos en el Senado. Es así como las bolsas norteamericanas subieron a máximos históricos el día después de las elecciones a medida que los inversores anticipan posibles recortes de impuestos y flexibilización de regulaciones. Por su parte, las acciones de Europa, China y América Latina han tendido a la baja a medida que las preocupaciones en torno a los aumentos de aranceles pesan sobre la confianza de los inversores.
Por otro lado, las tasas de los bonos estadounidenses suben ante la expectativa de mayor inflación en el futuro, lo que vendría acompañado de menos recortes de la tasa de política monetaria de la Reserva Federal el próximo año. Esto debido a expectativas de recortes de impuestos, aumento del gasto fiscal y preocupación por aranceles más altos.
En cuanto al dólar sube fuertemente frente a la mayoría de los socios comerciales de EEUU. En el caso de Chile, empezó la jornada post elecciones con un alza de $20 respecto al cierre previo, llegando a $977, para luego moderarse y cerrar con una subida de $5,05, ubicándose en $961,95. El cobre también se ve afectado, bajando 3,51% ante la expectativa de una política comercial más proteccionista por parte de EEUU, potencial guerra comercial con China y una posible desaceleración de la transición energética.
Algunas de las reacciones iniciales del mercado se fueron revirtiendo durante la semana pasada a la espera de señales más concretas sobre el alcance de las políticas que el nuevo gobierno podría implementar. Sin embargo, esta semana se vuelve a poner presión en los mercados al darse a conocer quienes estarán a cargo en temas de inmigración, seguridad y relaciones comerciales internacionales, los cuales dan señales de una implementación más bien dura del programa. Sin embargo, todavía falta conocer la composición final del Congreso y el resto del equipo económico y político que conforme la nueva administración para tener una idea más global de cómo se implementará el programa de gobierno.
Otra noticia importante fue la reunión de política monetaria en EE.UU., donde se realizó un recorte de 25 puntos base, situando la tasa de referencia en un rango de 4,50% – 4,75%. A diferencia de la reunión de septiembre, esta decisión fue unánime.
En el comunicado, la Fed destacó que la economía mantiene un ritmo sólido de expansión, y los riesgos para alcanzar sus objetivos de inflación y empleo están equilibrados. Luego en la conferencia de prensa, el presidente de la Fed, Jerome Powell, reiteró que las decisiones sobre la tasa se tomarán en cada reunión según los datos económicos disponibles. En este escenario, un nuevo recorte de 25 puntos en la reunión de diciembre sigue siendo el escenario base del mercado.
En el plano local, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de octubre superó las expectativas del mercado con un alza del 1,0%, mientras que en su variación a 12 meses sube a 4,7%, por encima del 0,1% mensual y 4,1% anual de septiembre. Estos resultados se explican principalmente porque en octubre se llevó a cabo la segunda alza de las cuentas de la luz, lo que se vio reflejado en el aumento de la división de vivienda y servicios básicos que tuvo un aumento de 3,1% mensual, donde el ítem suministro de electricidad subió 18,9%, lo que contribuyó a que la inflación del mes subiera 0,48 puntos porcentuales, es decir, casi un 50% del alza mensual se explica sólo por este componente. Otro factor que ha influido ha sido la depreciación del peso, lo que se ha visto reflejado en el aumento en el margen de los indicadores subyacentes1. En el caso de la inflación sin volátiles, esta ha subido desde una variación anual de 3,2% en junio a 4,3% en octubre. La inflación será un factor clave para el Banco Central de Chile en sus futuras decisiones de política monetaria.
El Banco Central de Chile publicó dos encuestas de expectativas: la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE), el jueves 7, y Encuesta de Operadores Financieros (EOF), el martes 12. En la EEE se destaca el cambio en el crecimiento del PIB esperado a diciembre 2024, el cual pasa de 2,4% a 2,2%. Esta baja debe estar probablemente influida por el último dato de Imacec, el cual no presentó variación en comparación con igual mes del año anterior, estando por debajo de las expectativas (1,2%) y el dato de agosto (2,3%). Por su parte se mantiene la expectativa de crecimiento para los años 2025 y 2026, en 2,1% y 2% respectivamente.
Por otro lado, tanto la EEE como la EOF esperan que la variación mensual de la inflación en noviembre sea de 0,3%, mientras que en diciembre la EEE espera que no haya variación y la EOF espera una variación de 0,1%. Por su parte, la EEE prevé que la variación a 12 meses de la inflación a diciembre sea 4,5%, al igual que en la encuesta anterior. En cuanto a la tasa de política monetaria (TPM), ambas encuestas esperan que baje 25 pb en la reunión de diciembre, de modo de terminar el año en 5%.
1El Índice de Precios al Consumidor (IPC) subyacente es una medida de la inflación que excluye ciertos componentes volátiles del cálculo del índice general de precios al consumidor. Generalmente, los componentes que se excluyen son aquellos que tienden a experimentar fluctuaciones abruptas y temporales, como los precios de los alimentos frescos y los productos energéticos (por ejemplo, gasolina, electricidad).