El miércoles 13 de noviembre se publicó el dato de inflación de octubre medido por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), con un alza mensual en el índice general de 0,2%, en línea con el dato de septiembre, y 2,6% anual, por sobre el dato de septiembre (2,4%). Por su parte, la inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, subió 0,3% mensual y 3,3% en 12 meses, al igual que el dato de septiembre en ambos casos. Aunque estas cifras estuvieron en línea con las expectativas, no contribuyen significativamente a la convergencia hacia la meta de la Reserva Federal de mantener la inflación de largo plazo alrededor de un 2% anual.
Las ventas minoristas de octubre publicadas el viernes 15 subieron un 0,4%, ligeramente por sobre las expectativas (0,3%). Este resultado vino acompañado de una revisión al alza del dato de septiembre (0,8%). En contraste la producción industrial baja -0,3% en octubre en línea con las expectativas debido a temas puntuales como son la huelga de Boeing y los huracanes. Por su parte, el dato de septiembre es revisado a la baja (-0,5%).
Este resultado refuerza la solidez de la economía, sugiriendo que los recortes de la Reserva Federal serán más moderados de lo anticipado, lo cual sería confirmado por las declaraciones del presidente de la Fed el jueves 14, quien advirtió que “no hay prisa” por recortar tasas de interés, considerando el ritmo de expansión de la economía y que la inflación se mantiene sobre la meta del 2%. Sus declaraciones hicieron que el dólar se continuara fortaleciendo y bajara la probabilidad de un recorte de 25pb por parte de la Fed para el mes de diciembre. No obstante, el escenario central continúa apuntando a un nuevo recorte. Para el año 2025, el mercado espera otro recorte de 25pb en marzo y uno adicional en septiembre. De concretarse, la tasa de referencia cerraría 2025 en un rango de 3,75%-4,00%. Esto representa un ajuste respecto de las expectativas de meses anteriores, cuando el mercado esperaba un rango de 2,75%-3,00% hacia mediados de 2025, lo que explica el fuerte movimiento al alza en la tasa de interés en octubre.
La economía china presentó resultados mixtos en octubre. Por un lado, la producción industrial mostró una desaceleración inesperada, creciendo un 5,3% anual siendo que se esperaba un 5,5%, mientras que las ventas minoristas sorprendieron positivamente con un aumento del 4,8% anual, superando tanto la cifra de septiembre (3,2%) como las expectativas (3,8%). Este ha sido el mayor ritmo de crecimiento de las ventas minoristas desde febrero, mostrando un repunte en el consumo interno que es justamente una de las variables que ha presentado mayor debilidad en el último tiempo. Los analistas consideran que serán necesarios más estímulos orientados a un aumento del consumo privado para apuntalar la debilidad de la economía.
El índice de precios del consumidor (IPC) tuvo una variación mensual de 0,3%, por sobre el dato de septiembre (-0,1%) y en línea con las expectativas, mientras que a 12 meses fue 2%, en línea con las expectativas y la meta del Banco Central Europeo, estando además por sobre el dato de septiembre (1,7%). La mayor contribución vino por parte del sector de servicios y alimentos frescos. En cuanto a la inflación subyacente, que excluye energía, alimentos, alcohol y tabaco, los precios subieron 0,2% con respecto al mes anterior y 2,7% en 12 meses.
El producto interno bruto (PIB) anotó un crecimiento anual de 2,3% en el tercer trimestre del 2024, por sobre el 1,6% del segundo trimestre y ligeramente sobre lo esperado (2,2%). Se destaca el crecimiento en las exportaciones de 6,4% anual, impulsado principalmente por la minería, y el crecimiento de las importaciones de 1,5%. Por su parte, el consumo de hogares crece sólo un 1% y de gobierno un 5,3%. En contraste, la inversión medida por la formación bruta de capital fijo cayó -0,2% debido principalmente a la baja de construcción y otras obras. El trimestre presentó un día hábil menos que el mismo período de 2023, registrando un efecto calendario de -0,2 puntos porcentuales.
Desde la perspectiva del origen, la variación anual del PIB en el tercer trimestre se explicó por el crecimiento de las actividades de servicios personales, minería, transporte, industria manufacturera y comercio. En contraste, la principal incidencia a la baja se registró en la actividad agropecuario-silvícola. Ajustada por estacionalidad, la actividad económica registró una aceleración de 0,7% respecto al trimestre anterior, incidida, principalmente, por la industria manufacturera y los servicios.
El IEF publicado hoy 20 de noviembre por el Banco Central de Chile señala que el panorama global sigue siendo el principal riesgo para la economía chilena, el cual está marcado por tensiones geopolíticas, altos niveles de deuda y tasas de interés internacionales elevadas. En el plano local destaca que la baja de la Tasa de Política Monetaria ha reducido las tasas de corto plazo, pero las de largo plazo siguen altas, afectadas por factores externos y un mercado de capitales menos sólido. Por su parte, las empresas más pequeñas, especialmente en construcción y comercio, enfrentan mayores problemas financieros, mientras que los hogares muestran una recuperación lenta. En cuanto a la banca local, afirma que está preparada para resistir riesgos, aunque deberá seguir gestionando el aumento de la morosidad. Ante un entorno macrofinanciero externo complejo, sugiere que es crucial contar con un mercado financiero más profundo que permita enfrentar eventos adversos.
Por su parte, el martes 19 de noviembre se llevó a cabo la Reunión de Política Financiera del segundo semestre, en la cual el Banco Central mantuvo el requerimiento de capital contracíclico1 de los bancos en 0,5% de los activos ponderados por riesgo
1 El Requerimiento de Capital Contracíclico (RCC) es un requerimiento de carácter macroprudencial cuyo objetivo es aumentar la resiliencia del sistema bancario y se aplica de manera uniforme a todos los bancos. En términos simples es un colchón de capital que puede ser liberado en momentos de estrés severo o de materialización de riesgos de carácter sistémico para mitigar la posible amplificación de estos escenarios en el flujo de crédito u otros servicios financieros esenciales para el funcionamiento de la economía.
2 Los PMI, o Índice de Gestores de Compras (por sus siglas en inglés: Purchasing Managers’ Index), son indicadores que muestran cómo le está yendo a una economía o a un sector en particular, como la manufactura o los servicios. Cuando el PMI está por encima de 50, significa que el sector está creciendo; cuando está por debajo de 50, indica que está en contracción. Los PMI son útiles porque permiten anticipar cómo le podría ir a una economía en el futuro, ya que reflejan las decisiones y la confianza de los gerentes de compras en sus negocios.