La semana pasada estuvo marcada por una intensa agenda noticiosa, con importantes actualizaciones sobre el conflicto entre Irán e Israel, declaraciones de autoridades monetarias, la publicación de datos económicos relevantes en Estados Unidos y la cumbre de lideres de países miembros de la OTAN.
En primer lugar, la semana arrancó con una fuerte tensión geopolítica, luego del conflicto entre Israel e Irán que elevó la incertidumbre en Medio Oriente. No obstante, ambas naciones lograron alcanzar un acuerdo de cese al fuego mediado por Estados Unidos, lo que permitió una moderación del conflicto en la región. Esto hizo que el petróleo bajara con fuerza situándose actualmente en torno a 65 USD/b, las bolsas subieran y la volatilidad bajara.
Durante la semana pasada, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, compareció ante el congreso de Estados Unidos y reafirmó que el ente rector no tiene prisa por recortar las tasas de interés a pesar de las presiones políticas. Además, destacó que la economía estadounidense se mantiene sólida, con bajo desempleo y un mercado laboral robusto, aunque reconoció que persiste una “elevada incertidumbre” debido a factores como los aranceles impuestos por el gobierno estadounidense. El presidente de la Fed insistió en su enfoque de “esperar y ver” cómo evoluciona la inflación que aún está por encima de la meta del 2%. A su vez, señaló que si se mantiene controlada podrían considerarse recortes “más pronto que tarde”, pero evitó comprometerse con una fecha específica.
El viernes se dio a conocer el dato de inflación medido por el Índice de Precios al Gasto en Consumo Personal (PCE), la cual sirve de referencia a la Reserva Federal para seguir el cumplimiento de su meta de inflación del 2%. De acuerdo con el informe, la cifra general correspondiente al mes de mayo presentó un alza de 0,1%, en línea con lo esperado y el dato anterior (0,1%). Por su parte, el aumento en 12 meses fue de 2,3%, también en línea con lo esperado, pero por debajo del dato revisado de abril (2,2%).
No obstante, la medida subyacente, la cual excluye elementos volátiles como energía y alimentos, presento un incremento de 0,2%, por encima de las expectativas y el dato anterior (0,1%), mientras que, medido en doce meses, aumentó 2,7%, también por sobre lo esperado y el dato anterior (2,6%). Estos registros mantienen un nivel suficientemente contenido de la inflación como para que el mercado prevea que la Reserva Federal retome los recortes de tasa rectora durante la segunda mitad del año, aunque de todas formas se espera que en adelante se empiecen a reflejar los incrementos de precio derivados de las políticas arancelarias de Estados Unidos, algo que fue comentado por Jerome Powell en el congreso norteamericano durante la semana.
De acuerdo con lo informado en esta tercera estimación, el PIB estadounidense cayó -0,5% en los primeros tres meses del año, cifra que está por debajo de la caída del -0,2% informado en la segunda revisión. Esta disminución tuvo como fundamento principal una corrección a la baja en componentes importantes como gasto en consumo y exportaciones.
Cabe destacar que esta es la primera caída PIB desde el año 2022, la cual se explica por un aumento en las importaciones de 37,9%, ya que las empresas y consumidores adelantaron órdenes de pedidos en anticipación a los aranceles, mientras que las exportaciones aumentaron sólo 0,4%. Por su parte, la inversión aumentó 7,6%, debido al aumento de los inventarios privados, y el gasto de los consumidores creció sólo 0,5%, lo que se puede atribuir a la mayor incertidumbre generada por la guerra comercial.
La semana anterior se llevó a cabo una cumbre de la OTAN celebrada en La Haya, donde los líderes de los países miembros acordaron un compromiso de elevar el gasto en defensa al 5% del PIB para el año 2035. Este nuevo objetivo se desglosa en un 3,5% destinado a necesidades básicas de defensa como mantención de tropas y equipamiento, y un 1,5% para inversiones estratégicas en áreas como ciberseguridad e infraestructura. Aunque algunos países como España expresaron resistencia, todos los países firmaron la declaración, que también incluye revisiones periódicas del progreso hacia la meta.
Hoy el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) publicó la tasa de desempleo del trimestre marzo-mayo 2025, la cual sube de 8,8% a 8,9%, incrementándose 0,6 puntos porcentuales en 12 meses. Por su parte, la cifra desestacionalizada fue 8,9%, aumentando 0,2 puntos porcentuales con respecto al trimestre móvil anterior.
Durante este trimestre móvil, se destruyeron 13 mil puestos de trabajo, lo que se explica por una pérdida de casi 28 mil empleos en el sector asalariado privado, lo cual es compensado en parte por la creación de 12 mil nuevos puestos en personal de servicio. Por otro lado, la tasa de participación laboral se mantuvo en 62,2%, mientras que el de total de personas ocupadas aumentó 0,2% en 12 meses, lo que se debe principalmente a los sectores de alojamiento y servicio de comidas (11,2%), minería (9,8%) y comunicaciones (10,7%). Por su parte, la población fuera de la fuerza de trabajo aumentó 1% en doce meses, influida por la fuerza de trabajo potencial (7,2%), que son personas que en su mayoría no estaban buscando un trabajo, pero estaban disponibles para trabajar.
Por último, la tasa de ocupación informal fue de 26%, decreciendo 2,2 puntos porcentuales en doce meses, mientras que las personas ocupadas informales disminuyeron un 7,8% en 12 meses, incididas tanto por los hombres (-8%) como por las mujeres (-7,5%) y por las personas trabajadoras por cuenta propia (-9,1%).