Tus ahorros crecen de forma exponencial en el tiempo debido a un elemento llamado interés compuesto el cual tiene la particularidad de incrementar los ahorros año tras año porque paga intereses sobre ahorro inicial más intereses ganados. Este tipo de interés hace que la base crezca año a año ya que se va reinvirtiendo y generando una ganancia cada vez mayor.
Esto es similar al efecto bola de nieve. Al principio la bola de nieve rueda despacio y crece lento. Esto es debido a que es pequeña por lo que cuesta que su tamaño se incremente mientras avanza. Sin embargo, poco a poco y con cada giro, la bola de nieve empieza a crecer más rápido ya que es capaz de ir adhiriendo más y más nieve a su superficie, tomando cada vez más peso y rodando cada vez más rápido.
¡Lo mismo que pasa con tus ahorros! Estos van creciendo año tras año de forma más rápida, dado que crece la base sobre la que se pagan intereses.
Si volvemos al ejemplo de la bola de nieve, mientras más largo sea el recorrido, más largo es el volumen que tiene la bola al llegar al final del camino.
Por eso es importante ahorrar a temprana edad, ya que mientras más grande sea la base al comienzo, mayor es el efecto de la rentabilidad sobre tus ahorros. Y al igual que el efecto bola de nieve, tus ahorros podrán generar anualmente una ganancia cada vez mayor, haciendo una real diferencia a la hora de pensionarte. Este crecimiento realizado a través de los años es lo que pasa con tus ahorros previsionales y es por ello que ahorrar a una temprana edad es tan importante, ya que el efecto multiplicador sobre tus ahorros es cada vez mayor en el tiempo.